Siguiendo con la ruta Escape a Praga nos lanzamos a otra sala de la que no habíamos oído hablar aún. Es una de las mejores cosas de las rutas, que conoces salas que de otra forma quizá no hubieras descubierto tan fácilmente. En esta ocasión fuimos a La maldición de Malory de ZigZag Escape Room junto a nuestros amigos de Next Door.

HISTORIA

La historia nos dice que nos tendremos que poner en la piel de unos investigadores paranormales. Entraremos en la casa de Malory, una joven que quiso descubrir lo que había pasado con su difunta amiga y que se vio envuelta en algo mayor de lo que ella misma pudo controlar. Ahora somos nosotros quienes debemos descubrir qué ha sido de ella.

INMERSIÓN

La ambientación podría parecer sencilla en un primer momento, pero se juega de tal manera con ella, con las luces, las sombras… que es totalmente efectiva para meternos en situación. Conseguimos estar todo el rato con esa sensación de «mal rollo» que se puede esperar de una sala de este tipo. Creemos que han aprovechado muy bien los recursos de los que disponían.

A ello ayudará también el Game Master, quien ya nos habrá puesto en situación antes de entrar y quien se habrá asegurado de que no todos entremos tan tranquilos a jugar. Su papel «prejuego» es muy importante; una vez dentro, se comunicará con nosotros para darnos las pistas mediante unos altavoces instalados en la sala. De nuevo, queremos destacar la habilidad del Game Master de esta sala para generar intranquilidad en los jugadores.

JUEGO

Los puzles están bastante bien adaptados a la temática. Hay unos pocos candado y algo de búsqueda, pero, en general, es bastante variado. Nos ha gustado que haya varios elementos típicos del mundo del esoterismo, ya que hace que los juegos no interfieran con la ambientación, sino que, por el contrario, la favorezcan. Aunque los escondites no son demasiado rebuscados, os aconsejamos mirar bien, pues la falta de luz añade dificultad extra a esta tarea y podemos perder tiempo en buscar algo que tenemos delante de nuestras narices.

La fluidez es bastante buena, y más si tenemos en cuenta que el factor miedo suele interferir en el juego y hacernos algo más lentos, ya que estamos distraídos. Aún así, es semilineal, por lo que siempre habrá varias cosas que hacer, pero todos estaremos trabajando en la misma zona y con el mismo objetivo (no querréis quedaros solos…). Creemos que los juegos están bien hilados y tienen sentido, por lo que no nos hará falta una gran cantidad de pistas para seguir la trama.