«Tales of Escape: The Mine» de VIREX Virtual Experience (Alicante) [SALA CERRADA]

¡Llegan las reseñas de escape rooms virtuales! Tales of Escape: The Mine de VIREX Virtual Experience (Alicante) fue nuestra primera toma de contacto con el género, hace ya unos meses (¡antes del confinamiento!). Lo hicimos porque llevábamos tiempo queriendo probar una experiencia de realidad virtual, básicamente, así que cuando nos topamos con esta empresa, allá que fuimos.

Más adelante, la sección madrileña se estrenaría también en el género Escape the lost pyramid de Incógnito.

HISTORIA

La historia no es importante. Tampoco avanzará realmente. Si tenéis alguna duda, el juego no es de terror, aunque tenga algún sustillo. Nada que no podáis aguantar. Solo debéis sabes que en esta experiencia teníamos 60 minutos para descubrir el misterio que se escondía en este extraño lugar.

INMERSIÓN

El juego solo está disponible para 3 jugadores, y cada uno contará con un módulo por el que podrá moverse, además de las gafas de realidad virtual junto con dos mandos, claro. Antes de jugar, os explicarán el manejo del juego, algo necesario para poder hacer de la experiencia una aventura adecuada. También se os explicará que se estará controlando el juego y que, si en algún momento necesitáis ayuda, solo tendréis que llamar a nuestro acostumbrado game master y este irá tan pronto como pueda a auxiliaros. La verdad es que el chico que nos atendió fue majísimo y lo hizo estupendamente mientras estábamos jugando.

Dentro de la experiencia, esta aventura se ve bastante bien. Los gráficos, aun no siendo hiperrealistas, consiguen que uno se sienta dentro de una mina. Eso sí, habrá ocasiones en las que la oscuridad no dejará ver tan bien como quisiéramos. Un punto que no nos terminó de gustar fue que los avatares eran todos iguales, de modo que era difícil diferenciar qué jugador era cada uno.

JUEGO

A nivel jugable, The Mine de Virex (Alicante) presentaba unos controles a los que era un poco difícil habituarse, especialmente si no se está acostumbrado a las gafas de realidad virtual. El movimiento del avatar se hacía a través del teletransporte, algo bastante común en algunos juegos de este género: esto consiste en apuntar hacia el lugar deseado y, con un botón, transportarse al lugar indicado, sin moverse físicamente del sitio en la vida real. Este tipo de control no estaba mal, pero puede causar mareo, especialmente si es la primera vez, ya que al no moverse de manera natural, la cabeza no termina de acostumbrarse.

Por lo demás, tendréis dos mandos que harán de vuestras manos en el juego. Apretando los gatillos podréis agarrar cosas e interactuar con el entorno, mientras que con las gafas de VR podréis mirar alrededor para encontrar las pistas necesarias para solucionar los puzles. Eran muy cómodos y se adaptaban perfectamente al juego. A la hora de jugar, solo podréis hacerlo en un espacio determinado. Cuando estéis fuera de los límites del juego, veréis una pared azul que os indicará que no podéis ir mas allá. Si andáis más de la cuenta, empezaréis a ver la pantalla en blanco. Uno de nosotros vivió tanto la experiencia que terminó, literalmente, a punto de entrar en el aseo del local, así que tendréis que conteneros un poco para que no os pase lo mismo.

Ahora os hablaremos de los puzles. Nos parecieron divertidos y bastante asequibles para cualquier tipo de jugador. Había bastantes y eran variados entre sí. Además, los espacios del juego eran grandes, así que tendréis muchos lugares que explorar. Una recomendación: mirad atentamente todos los elementos, ya que no hay nada que esté colocado al azar y, sobre todo y como siempre, comunicación. Cualquier detalle puede ser importante.