Hoy os contamos nuestra experiencia en la segunda sala del controvertido Rey Rojo, que presenta su nueva experiencia, Onírico, una de las salas que más interés ha despertado entre todas las personas que nos siguen en redes. ¿Cómo fue nuestra experiencia? ¿Salimos vivos? ¿Pasamos miedo en el modo misterio? (Spoiler: sí).
HISTORIA
Una niña se ha quedado en coma y nosotros, un grupo de infelices que pasaba por allí y no tenía nada mejor que hacer, decidimos probar un método revolucionario en el mundo de la medicina que nos permitirá adentrarnos en la mente de la niña e intentar despertarla desde dentro. ¿Qué puede haber de malo dentro de la mente de una niña? ¿Qué habrá vivido en su pasado que pueda haber quedado registrado en su mente? ¿Serán sus recuerdos un impedimento o una ayuda para poder revertir su estado y devolverla al mundo real?
INMERSIÓN
Como bien sabéis, nosotros no somos gatos especialmente valientes. Cuando los de El Rey Rojo nos animaron a probar Onírico, tuvimos ciertas reticencias, pero al final nos decidimos a jugar para sentir un nuevo tipo de experiencia, ya que, en principio, íbamos a jugar la versión de “misterio”. Sin embargo, al final también se nos añadieron tintes del modo terror (como nos explicó el GM al concluir la sala), por lo que nuestra experiencia fue mixta.
Como buenos gatetes asustadizos, nada más llegar a sus instalaciones, nos acojonamos al comprobar cómo eran el entorno y la entrada al edificio. Lo gracioso es que, una vez empezado el juego, seguimos por el mismo camino… Poco podemos decir para no desvelar ninguna sorpresa, pero el principio es de infarto (incluso en la versión “misterio”). A nosotros, personalmente, nos quitó la respiración… Literalmente.
Una vez dentro del juego, cada uno de nosotros vivió una emoción distinta y lo vivió a su manera, ya que toda la sala está diseñada para jugar con los distintos tipos de miedos, y es que, por mucho que una sala sea de “misterio” o “terror”, seamos sinceros: hay tantos tipos de miedo como tipos de jugadores en el mundo. Unos empezaron acojonados perdidos; otros, solamente nerviosos; otros, infartados y otros con ganas de abandonar… No obstante, pasado un tiempo, ya pudimos recomponernos y jugar relativamente bien.
La ambientación de la sala no es algo increíble, pues creemos que faltaría algún elemento más y quizá se podría pulir un poquito algo de lo que ya hay, pero junto con la música y nuestra propia sugestión (muy relevante en las salas de terror) consideramos que el espacio se torna completamente tenebroso y que termina por absorberte.
En cuanto al game master, estuvo todo el tiempo metido en el papel y, pasado el primer momento, supo adaptarse a nosotros porque, insistimos, algunos estábamos realmente acojonados. Creemos que hubo un periodo de adaptación para todos en este caso, tanto para quien dirigía la sala como para nosotros.
JUEGO
La verdad es que para nosotros es difícil valorar este punto, pues al estar en estado de alerta todo el rato (incluso cuando no estaba pasando NADA) nos costó horrores solucionarlos y avanzar en el juego. Es cierto que los puzles no son especialmente revolucionarios ni complejos, ni hay mucha cantidad, pero es que para nosotros este escape fue más una experiencia de terror que un escape en el que se buscara la resolución de acertijos para avanzar.
En cuanto al modo de juego, este estaría a caballo entre lineal y no lineal, con momentos que os dejarán paralizados y mirando en todas direcciones para saber por dónde seguir (o dónde no acercarte, por si acaso).
Es preciso señalar que será necesaria una buena comunicación entre los distintos miembros del equipo para poder avanzar y para comprender la historia que nos quieren contar. Esto se debe a que, entre los elementos dispersos por la sala y la misteriosa introducción a la misma, cuesta un poquito entender cómo se relaciona todo entre sí. Y que nosotros no estábamos muy lúcidos tampoco para reconstruir una historia, vaya…
El juego dispone de varios modos: “misterio” o “tensión alta o terror”, por lo que, dependiendo de lo que busques, puedes jugarla como desees.
CONCLUSIÓN
A ver, para nosotros Onírico de El Rey Rojo fue una experiencia escalofriante. Somos gaticos muy miedosos y tuvimos varios momentos de crisis existencial dentro del juego, pero al final pudimos con ello (regulinchimente).
Nuestra experiencia no la podemos categorizar como “misterio”, ni mucho menos, pero después de nuestra partida la gente de El Rey Rojo escuchó atentamente nuestra opinión sobre cómo se podría crear un modo misterio más ajustado a los jugadores más miedosos. No os podemos decir mucho más de este modo porque nosotros no lo jugamos, pero creemos que lo incorporarán para disfrute de todo tipo de escapistas y que la sala pueda llegar a más gente.
De esta experiencia en Onírico aprendimos al final una valiosa lección, y es que algunas veces nuestros mayores miedos nos los creamos nosotros mismos. Nuestra mente se sugestiona, ve cosas que no existen, adelanta acontecimientos que quizá nunca ocurran y, sobre todo, comprobamos que cada uno se enfrenta a todo ello según su personalidad y su background personal. Para nosotros fue muy interesante ver cómo afectó o habría afectado cada elemento a cada uno de los jugadores según su personalidad.
En definitiva, si os gustó La casa en piezas u os gustan las experiencias de terror, Onírico de El Rey Rojo puede ser una buena opción a tener en cuenta porque reúne los elementos necesarios para haceros pasar un buen rato huyendo de los temores del mundo real y de lo que os encontraréis allí dentro. Incluso os dará razones para huir de vosotros mismos…

Aparcamiento: facilísimo.