«El lamento de los huérfanos» de Odyssey Escape Room (Torrevieja) [SALA CERRADA]

Hacía mucho tiempo que queríamos jugar El lamento de los huérfanos de Odyssey Escape Room, pero, como sabéis, la mayoría de los gatos no son precisamente los más valientes. Por eso, cuando nos enteramos de que la sala iba a cerrar, se convenció a uno de nuestros amigos amantes del terror y fuimos para allá. Había que aprovechar los últimos días antes del cierre, claro. A pesar de que para cuando salga la reseña la sala ya no estará disponible, queríamos hacerla para recordarla, ya que nos lo pasamos muy bien.

HISTORIA

Hace muchos años existía un extraño pueblo en mitad de un bosque. Allí, había un orfanato dirigido por Sor Dolores, una monja que cuidaba sobre todo a niños con algún tipo de malformación. Pero claro, no todo el mundo se caracteriza por dicha compasión. Así pues, el terrateniente Edward Blackwood decidió apartarlos de la sociedad construyendo un muro para mantenerlos encerrados.

Con este panorama, un incendio acabó con el orfanato y con todos quienes allí se encontraban. Sin embargo, no todo se consumió. Desde ese momento, en la casa de Edward Blackwood se comenzaron a escuchar lamentos que no tenían razón de ser. Al parecer, las almas de los niños siguieron presentes en aquel lugar maldito. El pueblo pasó a ser un lugar sumido por el terror y las dudas.

INMERSIÓN

El juego comienza nada más entrar. La ambientación, aunque sencilla, cumplía bien con la historia que querían contar.

Los game masters hicieron un gran trabajo: fueron muy divertidos y estuvieron atentos en todo momento, asegurándose de que viviéramos una gran experiencia. En cuanto al apartado de terror, la sala cumplía bien. Contaba con los elementos típicos de este tipo de salas, como las temidas pruebas de valor y las escenas escalofriantes, pero sin llegar a ser horripilantes. Esto la hacía recomendable para quienes se estaban iniciando en este género y buscaban algo más intenso, pero no demasiado.

Las pistas las proporcionaba un personaje físico dentro de la historia. Este hecho nos hizo perder un poco el miedo hacia ese personaje, ya que lo veíamos más que al resto. No obstante, al ser un personaje divertido, acabamos cogiéndole cariño. Una cosa por otra.

JUEGO

El juego era mayoritariamente lineal. Un reto te llevaba a otro, aunque en algunas partes había varios caminos a la vez. Los desafíos incluían desde puzles más tradicionales hasta otros tecnológicos. Las pruebas no eran muy revolucionarias, pero estaban bien integradas en la historia y resultaban divertidas.

Si hablamos de la sensación de fluidez, fue alta en nuestro caso. Al ser solo dos jugadores, estuvimos todo el rato ocupados, y los puzles, al no ser muy difíciles, nos mantenían constantemente activos. Si no estábamos resolviendo algo, siempre había un fantasma que venía a complicarnos la vida.

Otros jugadores opinan: