Puesto que no siempre podemos juntarnos todos los Gatomantes, sentimos la necesidad de acudir a todas las salas posibles siempre que ocurre, y esta pasada Semana Santa no fue distinto. Un día antes de volver a Elche decidimos que era momento de despedirnos hasta la siguiente sesión con una sala de escape más (o dos… ejem), así que buscamos alguna que nos pillara cerca y encontramos La ruta perdida de Stime Escape Room. Ya os adelantamos que nos gustó tanto que al salir hicimos la otra que tenían: Misión imposible.
HISTORIA
La historia comienza con la narración de una botella que llega a nuestras manos en una playa con las coordenadas de un tesoro oculto y un capitán que está dispuesto a dárnoslo todo a cambio de rescatarlo. Con ello, acudimos a su llamada, pero nos vemos en la situación de tener que salvar a este capitán de los piratas (¡cuánto estrés!).
INMERSIÓN
La ambientación, sin demasiada parafernalia, destacaba en decoración y en gags a toda historia conocida relacionada con piratas. Aun así, hay que destacar elementos concretos en la primera y penúltima parte de la sala sobre todo (obviamente, no podemos decir qué cosas son las que nos gusta resaltar, pero de verdad que están muy curradas).
JUEGO
En dificultad lo cierto es que no podemos decir mucho. Nos pareció bastante sencilla, quizá porque íbamos con gente que conocía el tema de uno de los puzles y eso nos ahorró investigar para hallar la solución. Sin embargo, el resto tampoco era especialmente difícil y con un poquito de lógica se podía sacar. En cualquier caso, eso no bastó para que pudiésemos pasar sin pistas, las cuales nos las dio a través de un walkie un nervioso Game master que, al parecer, no era el habitual.
El último punto que hay que resaltar es la originalidad de esta sala. A lo largo de toda ella da la impresión de que es una sala más de tantas. Sin embargo, Stime Escape Room sabe sorprender con los finales, y esta en especial, me atrevería a decir, tiene la mejor forma que se le podría ocurrir a alguien. Lo único que os aconsejamos es que no vayáis desesperados y que los más bajitos vayan con cuidado.
CONCLUSIÓN
En conclusión, La ruta perdida puede ser una sala perfecta para aquellos que se quieran iniciar en el mundo de las salas de escape. Habrá elementos que os sorprendan mucho, pero ya os adelantamos que, solo por vivir la experiencia final, vais a hacer lo que sea por conseguir salir por vuestro pie. ¡Mucho ánimo, marineros de agua dulce!

Calle Hilarión Eslava 34, 28015 Madrid
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Transporte público:
Metro: Moncloa (línea 3)
Aparcamiento: Muy difícil.
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