Vale que montamos la ruta alrededor de Tú también soñarás de Mayto Kingdom, pero lo cierto es que en el momento confirmamos que íbamos a subir a Vitoria, decidimos que El hijo del posadero de Dragon born también debía ser una parada obligatoria en nuestro viaje. ¿Una sala de Mad Mansion basada en un videojuego (Skyrim, en concreto)? Nuestra experiencia previa en Scum Island nos decía que no nos lo podíamos perder bajo ningún concepto.
HISTORIA
En esta aventura seréis un grupo de intrépidos y aguerridos aventureros que investigarán la misteriosa desaparición del hijo del posadero, quien promete una jugosa recompensa a quien lo encuentre. Sin embargo, no será fácil. No sois el primer grupo con el que contacta, aunque tampoco ha podido conseguirlo ningún otro hasta ahora. ¿Podréis encontrar al chaval?
INMERSIÓN
El juego empieza prácticamente nada más cruzar el umbral de la puerta. Tiene una de las introducciones más originales que hemos vivido hasta la fecha, y mira que ya vamos sumando. La historia nos la explica uno de los papeles que tiene el game master. Porque sí, hay más de uno, ¡pero no os vamos a desvelar cuántos ni cuáles son! Lo que sí os podemos decir es que no sabemos cuál es nuestro favorito. ¡Le cogimos cariño a todos! De hecho, es gracias a esa variedad por la que no hay una única forma de recibir las pistas. ¡No os va a dejar indiferentes!
En cuanto a la ambientación, para nuestro gusto va de menos a más, pero no porque el principio sea flojo, sino porque simplemente el final es más espectacular. Nosotros nos quedamos flipando, así lo decimos. Es increíble lo que han podido hacer con el espacio del que disponen y los conceptos nuevos que jamás habíamos visto que ellos han bordado.
JUEGO
Algo que también fue de menos a más fue la propia fluidez. El juego es más lineal al principio y se abre a medida que se avanza, pero tenemos la sensación de que, aunque el espacio sí invita a ello, en realidad los puzles muchas veces no dejan que jueguen más de cuatro personas. Si hay un quinto, como en nuestro caso, va a sentir que estorba en varias ocasiones. Quitando eso, la verdad es que fuimos rodados. El game master te ayuda en momentos puntuales, pero todos ellos bien recibidos. ¡Aseguraos de darle juego a sus personajes, merece mucho la pena!
En cuanto a los puzles en sí, estos mezclaban clásicos y mecanismos (¡y en cantidad!), pero con varios giros sorprendentes que harán que los recordéis como de lo mejorcito. No podemos desvelar mucho, pero de verdad que hay alguno que os va a dejar con la boca abierta o con una sonrisa.
CONCLUSIÓN
En definitiva, El hijo del posadero de Dragon born nos encantó. Es una sala sorprendente, en la que la interacción con el game master es uno de sus mayores fuertes, porque, aparte de que es de vital importancia para el desarrollo de la historia, la interacción con él debería intentar explotarse al máximo. Disfrutable tanto si tenéis experiencia como si no. ¡Parada obligatoria!
Transporte público:
Bus: líneas 1, 2A, 4, 5, 6, 7, 8, 10, E5, G1, G3, G4
Tranvía: Lovaina o Antso Jakituna (líneas TG1 y TG2)
Aparcamiento: No nos resultó excesivamente complicado aparcar.