Estamos muy contentos con esta ruta exprés a Valencia, en la que entró El corredor de la muerte, de Cronos. Nos estamos haciendo con un nuevo miembro en el grupo. De hecho, os vamos a soltar un pequeño spoiler: esa persona se estrenó escribiendo la reseña de Malibú de Secret Hunter. ¿Crecerá la manada después de esto? Bueno, eso ya se verá.
Lo que sí podéis ver vosotros por ahora son las reseñas de las otras salas que hicimos este día: La película, de The Lock Room, Golpe perfecto en el jardín de Buda, de Factoría Escape Room y, más adelante, Resident Corporation, también de Cronos.
HISTORIA
Sabéis que en Cronos somos viajeros del tiempo y nos dedicamos a corregir las paradojas y roturas temporales que van surgiendo a lo largo de la historia. Pues bien, ahora, en 1963, justo antes del asesinato del presidente Kennedy, hemos de infiltrarnos en una cárcel de Dallas para conseguir un elixir capaz de regenerar las células madre y que no toda la gente de esta época puede asimilar. Sin embargo, ha habido un fallo en este viaje y no estamos seguros de si se podrá solucionar. ¿Lo conseguiremos?
Hemos de adelantar ya que la historia nos resultó un poco confusa, especialmente a medida que avanzaba la sala.
INMERSIÓN
La sala comienza en el mismo momento en el que se coloca un pie en el local, cosa que, como sabéis, siempre nos parece bien. No obstante, en esta ocasión no nos pareció tan inmersiva como en otras experiencias. Los dos game masters hicieron todo lo posible para mantener el papel, y eso lo valoramos, pero quizá a alguno de ellos le faltara bastante más rodaje como para dejar que llevara la voz cantante a la hora de presentar ciertos elementos o de dar las pistas, que fueron confusas y no se dieron cuando las necesitábamos realmente.
La sala tiene un componente de roleo muy importante, pero nuestra experiencia no fue del todo redonda. Como hemos dicho, a los game masters se les notaba la falta de rodaje y eso repercutió directamente en nuestro juego. Es una pena porque creemos que el juego tiene mucho potencial.
En cuanto a la ambientación, se notaban espacios bien diferenciados. Tienen los elementos necesarios para saber dónde se está y se le da uso a prácticamente todo, pero eso no quita que, como la historia, una de las habitaciones acabe resultando extraña de más, de modo que era difícil entender dónde se estaba y con qué objetivo.
JUEGO
Los enigmas de esta sala tienen algunas explicaciones que no se terminan de entender. A ver, lo básico es que hay de todos los tipos: mecánicos y clásicos, de modo que por esa parte puede contentar a todo tipo de jugador. Sin embargo, algunos están mal planteados o explicados, como el último, de manera que algunos jugadores lo solucionaron casi por accidente.
También la fluidez tiene sus altibajos. Dado el planteamiento de ciertos puzles, necesitaréis que ninguno de los jugadores tenga problemas de visión. Incluso si no los tenéis, quizá algún enigma se os haga cuesta arriba, aunque tenga solución al final. Además, es una sala cuya dinámica hace que pases mucho tiempo encerrado o sin poder moverte y, si sois un grupo numeroso, como nos pasó a nosotros, estaréis mucho tiempo sin hacer nada. Por ello, recomendamos la experiencia a grupos más reducidos.
CONCLUSIÓN
Vamos a intentar suavizar lo dicho sobre El corredor de la muerte de Cronos. Nosotros disfrutamos la experiencia, aunque creemos que en gran medida fue por cómo nos lo tomamos y las anécdotas que fueron surgiendo casi sin darnos cuenta. Aun así, hay una serie de elementos que hay que pulir. En muchos casos, como la historia, por ejemplo, pensamos que menos es más. Algo más sencillo y con menos arcos argumentales serviría para que fuera mucho más efectiva y comprensible.
Pero, bueno, como siempre, esta ha sido nuestra experiencia. Os invitamos a que juguéis y saquéis vuestras propias conclusiones. Quizá fue solo un mal día…
Aparcamiento: Cuesta bastante, pero no hay mucha zona azul.






