Como ya decíamos en la reseña anterior, hicimos las dos salas de Escape Play porque teníamos varias horas muertas en Murcia y nos pareció lo mejor para que la mañana pasara rápido. Primero hicimos Rabia, descansamos 5 minutos, y entramos en Prisión, literalmente.
HISTORIA
Somos unos condenados a muerte a los que solo les queda una hora de vida. Esta es nuestra última oportunidad para escapar.
INMERSIÓN
Para tener el tiempo que tiene, la ambientación estaba bastante lograda. Te sientes de verdad como si estuvieras en una cárcel, con su reja, su catre y su letrina de dudosa higiene. Los inquietantes sonidos que te acompañan solo acrecientan esa sensación. Aunque quizás en una cárcel real tendrías bastante menos espacio, claro.
Dentro de la ambientación, no podemos olvidar el papel de la Game Master, quien, al principio de la historia, jugará el papel de carcelero de una forma magistral. Casi nos pareció que nos habían hecho el cambiazo en la oscuridad y estuviésemos frente a otra persona. Cómo empieza la sala y cómo avanza la historia lo único que consigue es aumentar la originalidad de esta.
JUEGO
La dificultad es algo compleja. Aunque técnicamente sea más fácil Rabia, el hecho de que Prisión sea más lineal y pertenezca a un género que nos entusiasma provocó que hiciéramos mejor tiempo que en la primera. Los puzles eran variados, aunque predominaban los tradicionales. El tema de las pistas era igual que en la otra sala: un walkie y un límite de tres pistas, entre las que no cuentan las pequeñas ayuditas.
CONCLUSIÓN
En fin, que por mucho que digan que Rabia es mucho más fácil, debéis tener en cuenta vuestro sistema de juego. A nosotros nos gustó y nos pareció bastante más “fácil” Prisión, además de mucho más original y divertida. Nos hemos convertido en fans de Fernanda (la Game master) y solo deseamos que Escape Play abra alguna sala nueva para poder volver y exigir que nos atienda ella.
Transporte público:
Bus: líneas 22, 29, 31, 49, 50
Tram: líneas L1, L1B
Aparcamiento: relativamente fácil







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