Volvemos a Boadilla del Monte para celebrar el cumpleaños de una sala que nos dejó flipados en nuestra anterior visita (consulta nuestra reseña de Inframundo para más información). Se trata de A Maze in 60 y su juego cumpleañero es Origen, el primero que abrieron y que celebra su primer año de vida.
HISTORIA
La historia se nos cuenta de forma mixta. La game master nos hizo una breve introducción sobre la situación en la que nos encontrábamos, para después completarla con un vídeo bastante currado, pero que quizás rompió un poco la inmersión inicial (no somos muy fanes de los vídeos, para ser sinceros, pero puede que haya gente a la que le guste). Al lío, la Tierra se va al garete. Somos un grupo de científicos y necesitamos una forma de perpetuar la especie humana. Nos hemos enterado de que nuestra empresa rival, Genesis Corporation, ha dado con el ADN de la primera célula humanoide. Con ella será más fácil (por su alta biocompatibilidad y pureza) perpetuar nuestra especie en otro planeta. Pero Genesis Corporation está financiada por el grupo Bildeberg y no nos fiamos de lo que puedan hacer con este hallazgo. Debemos colarnos en sus instalaciones y robar el proyecto OriGEN en menos de 60 minutos.
INMERSIÓN
Una vez en la sala nos reciben Joao y Ana, dos de los dueños de A Maze in 60. Charlamos un rato con ellos mientras se terminaba de preparar todo (y luego otro largo rato en el post-game). Preparada la sala, nos conducen al interior donde nos encontramos con Sara, nuestra game master, caracterizada de científica. Su papel en el juego fue hacernos una intro con acting y, después, guiarnos por el interior con las pistas. La verdad es que A Maze in 60 se caracteriza por tener introducciones con un game master caracterizado, pero debemos decir que nos gustó mucho más la de Inframundo porque la temática daba mucho más juego. Eso sí, despiden mucho buen rollo siempre.
La ambientación de Origen es, en general, sencilla. Se trata de una sala laboratorio con alguna sorpresa que la hace mucho más interesante de lo que puede parecer al principio. Encontramos nada más entrar un ambiente aséptico, paredes blancas y pocos elementos distractores. Pero conviene no juzgar este libro por su portada porque aquí las cosas van a ir in crescendo. Sí que queremos destacar que cuenta con algún elemento elaborado que formará parte del juego y que le dará vida a la habitación. Nos gustó mucho una parte que encontramos hacia el final del juego, cuando la tensión es máxima, y que va a mejorar notablemente la sensación de inmersión. No os contamos más, que no queremos haceros spoilers, pero en general la ambientación cumple su papel.
JUEGO
Los puzles son bastante sencillos en su mayoría, todos relacionados con la temática laboratorio. Siguen un esquema multilineal, por lo que vais a poder (y debéis) repartiros el trabajo. Encontramos varios candados de código y alguna llave, por lo que podemos decir que es una sala relativamente old school. Ahora bien, para encontrar algunos de los códigos se recurre a juegos más mecánicos, lo que le da más vida al concepto código-candado.
La fluidez es buena y el grupo va a estar en movimiento todo el rato, aunque nos quedamos atascados en algún puzle y nos tocó buscar bien por toda la sala. Quitando esto, vais a estar más que entretenidos durante todo el juego.
Las pistas nos las proporciona el game master mediante un walkie talkie. Su papel en el juego es el de un científico de nuestra misma compañía que nos ayuda desde fuera, por lo que su uso está justificado. Necesitamos ayuda en un par de ocasiones, ¡menudo susto nos llevamos! Estábamos tan metidos en el juego que nos habíamos olvidado del walkie. La verdad es que nos ayudó a avanzar y a encontrar ese objeto oculto del que os hablábamos en fluidez.
CONCLUSIÓN
Y eso es todo. En resumen, Origen de A maze in 60 tiene una historia interesante que mejora por momentos una vez estamos dentro del juego. Es una sala de ambientación sencilla y con un nivel medio de puzles, que va a poder jugar todo el mundo. Pensamos que lo ideal es ir a jugar un grupo de unas cuatro personas. Aquellos que se inicien no tendrán mucho problema en lograrlo con un poco de ayudita, pero aquellos con un poco de experiencia también pueden disfrutar. Salimos bastante contentos de ella. Es otro rollo, pero que merece la pena jugar si os pasáis por Boadilla del Monte.

Transporte público:
Bus: línea 65
Metro: Boadilla del Monte no tiene Metro, tiene Metro Ligero. Esto es como una suerte de tranvía que se inventó en la Comunidad de Madrid para dar servicio de «Metro» a las ciudades al oeste de Madrid. Si sois unos románticos del ferrocarril, podéis coger el Metro Ligero en la estación de Metro de Colonia Jardín (línea 10), y después tomar la línea ML3 de Metro Ligero hasta Boadilla Centro. Para que os hagáis una idea, es una hora desde Sol, en el centro de Madrid.
Aparcamiento: fácil en parking gratuito a 100 metros de la sala.
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