«El orfanato» de Lockdown (Benidorm)

Teníamos El orfanato de Lockdown pendiente desde hacía tiempo, ya que la abrieron poco después de que nosotros jugáramos por el cumpleaños de Rafa, años atrás, la de Zombies. Queríamos jugarla con los madrileños y buscarnos a una sexta persona para ir 3 y 3 (un grupo con esta y otro con Guerra Fría, y luego al revés), pero al final no pudo ser. ¡Una lástima! En cualquier caso, al final la jugamos en nuestra última ruta, así que aquí os contamos nuestras impresiones.

Nota de actualización: el juego fue trasladado a otra empresa de Valencia, Moment escape, y ahora se hace llamar Elisabeth. Os dejamos la nueva ubicación en el mapa más abajo.

HISTORIA

La historia nos traslada a un orfanato en mitad del bosque, donde se dice que el director le ofrecía al diablo las almas de los huérfanos a cambio de que este le hiciera inmortal. Nos hemos adentrado cuando solo quedan 75 minutos para la medianoche y, si no conseguimos salir a tiempo… en fin, a saber qué se cernirá sobre nosotros.

Sinceramente, los gatos más caguetas del grupo agradecen que por una vez los niños no sean los malvados. Así daba un pelín menos de mal rollo.

INMERSIÓN

La aventura del orfanato empieza nada más cruzar las puertas del local de Lockdown. Aunque el espacio de recepción es el mismo para sus tres salas, la game master que nos atendió estaba debidamente caracterizada y nos explicó con aire siniestro la historia de la que acabamos de hablar antes de dejarnos pasar.

Una vez dentro, te sorprende una ambientación tétrica, con un suelo de madera que cruje bajo tus pies (eh, parece una tontería, pero es un efecto que mola muchísimo en entornos así) y que oculta una sorpresa muy chula para crear ambiente. Así pues, la decoración es simple, pero efectiva. Quizás la única pega es el poco espacio de juego, algo que se mantiene a lo largo de las múltiples estancias. Dicen que es para máximo 4, pero lo cierto es que nos estorbábamos constantemente, así que recomendamos que vayáis máximo tres personas.

Quien no estorbaba era el personaje del game master, distinto al de la recepción y encargado de darte unas muy buenas pistas (sutiles, sin caer en la obviedad) en los pocos momentos de atasque. No os cortéis a la hora de darle juego. Os lo pasaréis mucho mejor, confirmamos.

JUEGO

Por lo general, la fluidez del juego era decente. A pesar del poco espacio, de la oscuridad y del mal rollo, normalmente se sabía más o menos qué era lo que había que ir haciendo. Por otra parte, los puzles eran más bien mecánicos y nos encantó lo bien implementados que estaban.

Sin embargo, sí le sacamos una pega importante al juego. Hay un puzle que nos descoloco un poco y que hizo que perdieramos mucho tiempo. Teniendo en cuenta que el final no es lo más impresionante del mundo, el salir de la sala nos dejó algo fríos, una pena teniendo en cuenta lo mucho que la habíamos estado disfrutando hasta entonces.