HISTORIA
Esta sala tenía una particularidad que en su momento nos pareció muy muy curiosa, pero que hoy en día mp destaca demasiado, y es que el objetivo no era salir de la sala exactamente. Un demonio muy peligroso estaba a punto de llegar al mundo real y nosotros, los jugadores, debíamos conseguir las herramientas y el conjuro para cerrar la puerta al otro mundo y, con ello, evitar que el bicharraco destruyera todo.
INMERSIÓN
El game master era crucial para explicar la historia y cómo introducirnos a ella. Utilizaba un registro acertado, aunque le pondríamos un pero que, por suerte, ya ha cambiado con el resto de sus salas. Apenas se le escuchaba, así que era vital no hacer el más mínimo ruido si queríamos escuchar lo que tuviera que contarnos.
Debemos decir que la ambientación de la sala era sencilla. A pesar del tamaño, que era más bien chiquitín, consideramos que no se necesitaba nada más. Los objetos usables y no usables, la decoración y el uso de puzles relacionados con la temática hacían que todo casara bastante bien, un mundo místico y esotérico en el que no resultaba difícil meterse en situación y sentir que había que conseguir parar los pies al monstruo que se nos acercaba.
JUEGO
No era una sala con una dificultad especialmente alta. Sin llevar muchas salas a nuestras espaldas, conseguimos salir con un buen tiempo, y sin pedir pistas en exceso, que, por cierto, se pedían como en la mayor parte de sitios a los que hemos ido: por walkie. No recordamos que hubiera puzles con mecanismos, así que tenemos libertad para calificarla como una sala a la antigua usanza, algo que, la verdad, a veces preferimos, especialmente si el puzle mecánico en cuestión no va a tener sentido dentro de la trama.
El hecho de no tener como objetivo salir ya era una forma muy drástica para alejarse de lo que son las salas de escape en general. La temática, como nos dijo el game master, o la odias o la adoras (nosotros, como frikis, la adoramos hasta lo insospechado), pero, independientemente de eso, no podemos negar que la idea fuera buena.
CONCLUSIÓN
En conclusión, si alguna vez les diera a los de Mysterium por reponer Magia negra, olvidaos de prejuicios por la temática. Era tremendamente divertida, así que deberíais obligaros a ir. Ahora que hemos hecho el resto de sus salas, Snuff movie (también cerrada ya), Wendigo y Ciudad Omega, podemos confirmar que la idea que tenemos de esta gente de hacer historias es muy original.







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